sábado, 21 de diciembre de 2013

París

Imagen tomada de La Micro
Sintonizaba una emisora de fuera por el gusto de oír hablar en francés, aunque no entendía nada. Y es que ella querría haber nacido en París. Tomar "café olé", decía, en una de esas plazas llenas de pintores con bigote, hacerse fotos junto a la Torre Eiffel, escuchar las campanas de Notre Dame dando las horas. Soñaba con pasear en góndola bajo el Puente de los Suspiros, bajar por las escaleras del Palacio de Sissí Emperatriz. Anhelaba ver de cerca las pirámides de Cleopatra, subir al Empire State de King Kong y Cary Grant.
Ella, que jamás había pisado el extranjero, un día tuvo la oportunidad de visitar el país galo con un programa municipal para jubilados, pero no quiso ni oír hablar de ello. Temía que al final, París no fuera cómo lo tenía en su cabeza.

Relato finalista del mes de noviembre en la III Edición de Concurso de Microrrelatos de La Microbiblioteca. Y lo mejor, junto a otros del Sr. Ximens, Esperanza Temprano y Rubén Gozalo. Lo cual le da un nivelazo a este mío que casi no tenía cuando lo envié. 
Hala, ya estoy también en el tercer libro de La Micro. ¿Contento yo?

sábado, 14 de diciembre de 2013

UANHOUU

Juanlustración para el evento del gran Juan Luis López  

Me pareció oír mi nombre mientras me secaba la cabeza con la toalla. Juanjo, dijeron. Pero no había nadie. Abrí la puerta, cariño, ¿me has llamado? No había sido ella.
Otro día ocurrió después de afeitarme. Y esa vez lo oí claramente, pero con acento. Sonó igual que como lo pronuncia mi profesora nativa de inglés: Uanhouu. Prestando atención, descubrí que había sido el desagüe. Sí, al quitar el tapón, decía mi nombre, Uanhouu.
Volví a llenar el lavabo por el placer de oírlo de nuevo. Y mirando fijamente el agua que se iba, me desvanecí detrás de ella, siendo absorbido por el sumidero. No me pregunten cómo, pero talmente fue. Ahora vivo en la curva que va del desagüe a la pared. Aquí encontré al llegar el anillo que perdí hace una década y una funda dental. No estoy mal, pero la echo de menos. Además, a veces llora y sé que es por mí. La oigo hacerlo, impotente, luego cómo orina y al final,  siempre la cisterna. Ahora estoy aprendiendo a decir Maricarmen en desagüero. Y así me la traigo aquí conmigo. A fin de cuentas, pienso, a ella también le gustan el agua y los secretos.

Microrrelato ganador junto a otros tres de Sara Lew, Nacho Rubio y María Elejoste, en Esta Noche Te Cuento (ENTC). La convocatoria de noviembre estuvo dedicada a Cortázar. El tema fue "Inventa una palabra".

domingo, 8 de diciembre de 2013

Crónica de una SUERTE anunciada

En el ALFIL, el último día, con Luis Ulzurrum, Sandra Marchena, Jorge Gonzalo y Toni Guerrero
El pasado día 28 de noviembre, se llevó a cabo la última representación de Anda Que No Te Quiero en el teatro Alfil de Madrid. Sí, en la famosa calle Pez, de mi vida. Así que, diez meses después de su estreno, que fue el día 1 de febrero, he vuelto al teatro y en este caso para su última función.
Ahora miro hacia atrás y pienso que he tenido suerte. Mucha suerte. Y de la buena. He tenido la suerte de que una obra, escrita hace veinte años, la rescatara Sandra Marchena y que Jorge Gonzalo intuyera que se podía hacer con ella algo como lo que ha hecho. De que convenciera a grandes profesionales de ello, a Pablo Muñoz-Chápuli, a Anna Tusell, entre otros. Suerte de que lograran representarla en uno de los teatros con más carisma de Madrid. Y de que se haya prorrogado durante casi un año.
Suerte la mía, la de tener a mi lado a alguien que es capaz de ver lo importante que era para mí el poder asistir a su última representación. La de gozar allí de la compañía de un puñado de amigos, aunque, por falta de tiempo, menos de los que hubiera deseado. De Ximens y Saly, de Constan, de Miguel Torres, de la misma Sandra Marchena. De Jorge Gonzalo. De Mariano Zurdo, al que me encontré en plena calle Fuencarral, un sábado, a las doce de la mañana, como si el destino no tuviera otra cosa que hacer. El haberme reencontrado después de tantos años con Inma Isla, amiga ya pa’ siempre. Contento de haber conocido a tanta personas interesantes, como Miguel Ángel y Carmen, de Ocasha; Eva Madrid, Carolina y Cari; a Miguel Ángel Jiménez (hermano de Ximens). A Luis Ulzurrum, David Tortosa, (y a Manolo Pavón, de refilón). A Alfonso Lara y todo el equipo de “El divorcio de Fígaro”, obra con la que disfruté tanto. Lo mismo que con “Cuando fuimos dos”, de Fernando J. López. Ambas con unas interpretaciones y una dirección que casi daban vértigo de gusto.
Y por último, soy un suertudo por haberme venido otra vez de la capital  con la sensación de que algo grande está ocurriendo en mi vida. Y es que, ser consciente de que eres feliz en el preciso momento en el que lo eres y permitirte gozarlo y compartirlo, eso, eso es tener suerte.