viernes, 26 de abril de 2013

Para SOBRE VUELOS, de Inés Vilpi

El día que el vendaval se llevó a Germán, la vida empezó a ser otra. Mamá  se varó en el lamento de haberlo subido con ella a tender a la azotea. Y allí se quedó. Papá, que había salido a buscarlo, volvió con una grulla, dos palomas, una cometa y un racimo de globos descoloridos. Pero no era lo mismo. Germán había dejado un vacío muy grande difícil de llenar. A veces, asomados a la ventana, lo veíamos pasar volando. Lo llamábamos a gritos y él saludaba como si fuera en autocar.
Una tarde otoñal el viento lo dejó en la puerta. Lo abrazamos todos. Menos papá, que se había ido de nuevo a buscar cosas que volaran. Germán había crecido un palmo y estaba despeinado. Nos contó como era el mundo, pero desde arriba. Altanero. Mamá seguía lamentándose de lo de la azotea. De nada servía que Germán diera saltos ante ella diciéndole que había aterrizado. No volvió a ser la misma. Él tampoco, se creía muy volátil. Y alardeaba de ello. Pero el que más cambió fue nuestro padre, que nunca regresó y nos conformamos con un señor que vivía enfrente. Y no se parecía en nada.

¿Qué os parece la ilustración que ha hecho INÉS VILPI para mi relato Sobre Vuelos? ¿No es una auténtica maravilla? ¿No es para envidiarme mucho y muy seguido?
Inés Vilpi es una deslumbrante ilustradora y artista, de la que nadie mejor que sus trabajos hablan de ella. Sobre vuelos, es el micro que quedó seleccionado en el mes de Junio del año pasado en el, cada vez más reconocido, concurso ENTC. Y luego llegó a la gran final en el mismo certamen junto a otros 9 micros. Así, este micro ha recolectado tres grandes premios, contando este de la Vilpi. Gracias, Inés, me has hecho un regalo que nunca dejaré de agradecerte.

domingo, 21 de abril de 2013

LECTURAS

La Pantoja no irá a la cárcel.
Este titular, como dirían en la tele los que saben, es para la gente que entre desde google guiado por el título de la entrada. Para que, al menos, no se vaya de vacío. No, no irá.
Y ahora hablo de las verdaderas lecturas. No voy a hacer una reseña ni nada serio. Que nadie lo espere y se decepcione.
El viernes leí a Susana Camps en la presentación de su libro, Viaje Imaginario Al Archipiélago de las Extinta, en la librería Alibri. Título sugerente y totalmente inventado. No busquéis el archipiélago en internet. No existe. Lo sé. Fui invitado por ella a leer junto a Mónica Sempere, Fernando Martínez, Xesc López, Xavier Blanco y Jesús Esnaola. Presento el acto Mariano Zurdo, editor de Talentura y había de estar también Fernando Clemot, pero motivos personales le hicieron anular su asistencia. Pero esta presentación atrajo a la mayoría de microrrelatistas catalanes de la blogosfera. En la librería había tanto público que parecía que el acto no iba a tener nada que ver con la literatura. Fue un viernes para enmarcar. Yo me sentí casi como en la boda de alguna hermana mía. Y así se lo dije al otro día. Hasta le pregunté si no se sentía casada en segundas nupcias. Que no, me dijo, mucho mejor que eso, añadió. Susana se lo merece. Como dije el viernes, Susana, me lo ha parecido desde el principio, escribe en serio. Escribir en serio te hace serio escribiendo, o sea, te hace escritor. Y Susana, ya no hay duda, es escritora. 
Y el sábado leí a la Shua, Ana María Shua, la reina del microrrelato. Fue en La Microbiblioteca, en la presentación de su último libro Contra El Tiempo. Yo, que nunca estuve ante Sofi, ni Isa, ni ninguna otra soberana, le hice una reverencia errónea por la falta de experiencia. He pensado luego que si al menos hubiera llevado vestido no se habrían visto tan ridículos mis deditos pellizcando el aire al doblar las rodillas. Pero me puse tejanos para la ocasión. Para otro día lo tendré en cuenta. La presentación fue a cargo de Ginés Cutillas, uno de mis maestros, y también leyeron Jesús Esnaola, Paz Montserrat, Xavier Blanco, Mónica Sempere y, ya lo he dicho, mi menda lerenda. Decir que fue una experiencia impresionante. Que fue como si Serrat me invitara a tararear Mediterráneo en uno de sus conciertos. O como si Arzak me diera a probar uno de sus platos para rectificarlo de sal. No son buenos ejemplos, lo sé. Y es que no es comparable. Poder decir que he leído a Ani (como la llamó Guri, el responsable del acto), en su presencia es gordo. No, gordísimo. El que lee o escribe microrrelato sabe a qué me refiro. Y el que no, ahora también.
Gracias Susana, Shua, Guri por este fin de semana de cuento. No, de relato.

jueves, 18 de abril de 2013

HOGARES


Yo sólo quería pedirle que nos perdonara la hipoteca a cambio del piso. Que me la condonaran, como se dice ahora. Sólo eso. Total, ahora, a fin de cuentas, ya no vivimos allí. Yo estoy aquí y ella con los niños en lo de mi hermana. Fui bien peinado y afeitado. Le hablé amablemente, con palabras cuidadas, educado. De usted todo el tiempo. Le expliqué lo del paro, lo de la caravana prestada en la que estábamos, el frío; en fin, ya sabe. Y lo primero que hizo fue soltar una de esas sonrisas que ni son sonrisas ni nada, de las que escupen desde arriba. Después carraspeó y ahí cogió carrerilla y se puso a vomitar números, leyes, normas y palabrejas rebuscadas sin venir a cuento. Resumiendo, que le partí la cara. Luego vino un relamido, otro lameculos con corbata parecida, a poner paz. Y se la partí también. Ya sé, ya sé que no estuvo bien. Pero ahora me alegro. Porque a eso iba, dígame usted señor juez, ¿no podría conseguir traerme a mi mujer y a mis niños? Nada, para que disfrutaran también ellos, siquiera una semana o dos, de este hogar con calefacción.

Esta es mi segunda aportación en esta Primavera de Microrrelatos Indignados 2013. Donde Miguel Torija, de LA COLINA NARANJA, Rosana Alonso, de EXPLORANDO LILIPUTAnita Dinamita, de RELATOS DE ANDAR POR CASA Rosario Raro, de PLIEGOS VOLANTESsiguen siendo reponsables, impulsores, organizadores... Enhorabuena por cómo esta yendo.

sábado, 13 de abril de 2013

DE ANTOLOGÍA. La logia del microrrelato.

Antologado hasta las trancas, así me siento yo, depués de lo de "Destellos en el cristal" y esto.
Con tanto como admiré de siempre la Antología de Antonio Molina, la de la Copla Vol. 2, la del Cante Flamenco en general, la de Antoñito el Cocacolas en particular; y ahora voy yo y  aparezco en dos en una misma semana. 
Esta última es la que va a editar en breve la editorial Talentura, con Mariano Zurdo al frente. La misma que han antologado Rosana Alonso y Manu Espada. La que va a ser presentada en sociedad el 18 de mayo en Madrid (a la orillita de la III Microquedada Relatista). La que ha reunido a 69 microrrelatistas de todas partes. De todas las que son claro. Esa. Y ahí me han puesto a mí, rodeado de otros antologados y antologadas, como uno más de la familia (la logia en este caso). De la familia que forman los microrrelatistas. Esos a los que nos gusta contar en chiquitito. 
En ella no estamos todos los que somos, por supuesto, pero sí 69. Y todos aparecen, junto a una explicación más cualificada y coherente que esta mía, en el Blog que han creado para ello. Gracias de nuevo, ahora desde aquí Manu, Rosana, Mariano.
Los dos relatos de mi cosecha que aparecerán, porque los antologos así lo han decidido son: El Ruidito y Los Moridores. Para los que habrá que esperar al libro, claro. Y no es porque esté yo aquí delante, pero son la leche. Bueno, para ir practicando: son De Antología

viernes, 5 de abril de 2013

Espejo de baño


Cuando el espejo se empaña por el vapor de la ducha, dejo de verme. Se borra la pared de enfrente, el albornoz colgado, el secador. También la puerta del fondo, esa por la que se sale y se entra. Lo mismo ocurre cuando se apaga la luz, que todo se ausenta. Todo menos yo, que me quedo aguardando aquí, entre estas cuatro paredes alicatadas, a oscuras. Y espero a que vuelva a encenderse para verme aparecer por la misma puerta y entonces, volver a perder en un instante la noción de quién es quién, de cuál es el baño verdadero. 

Una antología de 77 espejos, publicada por la Internacional Microcuentista, en la que han incluido el mío. Aquí los puedes leer o atravesar (y descargar si sabes. Yo no). Como es normal, yo ahí, rodeaíto de tanta gente que admiro, estoy que no quepo en mí. Ni en espejo alguno.